Un reciente estudio publicado en Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism ha demostrado que la presión arterial elevada entre embarazadas se asocia a un mayor riesgo de sobrepeso y obesidad para sus hijos. Incluso este riesgo se ha observado en mujeres sin hipertensión, pero que su presión arterial está en el límite alto de la normalidad.
Aunque ya se habían descrito otros factores asociado con la obesidad infantil, como la obesidad de los padres, el peso al nacer, la lactancia materna vs alimentación con fórmula, y el rápido aumento de peso durante la infancia temprana; no se había demostrado previamente que el aumento de la presión arterial en el segundo y tercer trimestre de gestación también se relaciona con mayor obesidad infantil.
En este estudio se incluyeron un total de 88.406 parejas madre-hijo. Diferentes factores se asociaron a mayor sobrepeso y obesidad: edad más joven, IMC más alto, edad más temprana de la menarquia, niveles de educación más altos, primer embarazo, y parto por cesárea.
Respecto a la hipertensión materna (≥ 140/90 mm Hg) en el primer trimestre no se relacionó con el sobrepeso y la obesidad infantil; pero si que hubo relación con la hipertensión en el segundo y tercer trimestre. Es más, dentro de mujeres normotensas, el aumento de la presión arterial tanto sistólica como diastólicas desde el primer al tercer trimestre; se asoció a un aumento del sobrepeso y obesidad infantil.
De este estudio podemos concluir que tal vez el control de la presión arterial desde el segundo trimestre del embarazo podría ser importante; no solo para anticiparnos de futuras complicaciones como la preeclampsia, si no también como forma de prevención de la obesidad infantil, entre otros factores descritos con anterioridad.